La contabilidad y su medio ambiente
El cúmulo de los registros contables que se originan en cada una de las transacciones comerciales realizados por las empresas explica que no debemos pensar que las empresas realizan estados financieros cada vez que registran una transacción.
Al realizar registros de sus transacciones, las empresas deben elaborar una carta de cuenta o catálogo de cuenta. Al final del periodo contable estas se muestran para dar conocer los resultados del periodo que generalmente es de un año; esto lo podemos ver en los estados financieros que se entregan a la gerencia de la empresa. Todas estas cuentas se clasifican como cuentas reales y nominales. Las cuentas reales son aquellas que pertenecen al estado de situación y por lo general no se cierran al final del periodo, de manera que continúan en el siguiente período con los balances que terminaron. Las cuentas nominales son las que están contenidas en el estado de resultados o estados de ganancias y pérdidas que sufren cambios al final del periodo, y por lo cual deben ser sometidas a ajustes para que reflejen su balance real y por último someterlas a los asientos de cierre.
El ciclo contable, se inicia con el asiento de diario, que es un asiento primario para luego realizar los asientos de mayor. Una vez balanceado el Mayor General, se pasará a elaborar una balanza de comprobación que confirmará si se ha cumplido con el principio de partida doble, lo cual se comprueba cuando los debitos y los créditos cuadran. Esta información por lo general es usada por la gerencia en la toma de decisiones.
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